Navegación a vela en la Ría de Muros
Para mi la mejor hora de aparejar es allá por las seis y pico de la tarde, cuando el sol ya aprieta menos, estando la tarde algo nubosa con un reciente viento templado de suroeste que anunciaba lluvias para mañana.
Navegando solo, con viento, me daba pereza izar el foque, al tener que ir a proa a envergarle en el stay, abandonando la caña, porque soy de los que prefiero el barco con los menos tinglados posibles y me resisto a poner un enrollador. Así que como el viento suroeste frente al dique de Portosin subía de fuerza tres largue solo la mayor. Pocas veces he navegado así, de modo que me sorprendió lo bien que navega el “flash” con este aparejo.
navegando con el Flash frente a la Creba
Navegación a vela en la Ría de Muros
Ciñendo hacia monte Louro junto a la isleta de Creba entré en la ensenada de Esteiro con un viento por la aleta y una marea bastante alta hasta cerca de la concurrida y aconchada playa. En el pantalón que el CN Esteiro pone los veranos desatracaba un Jeanneau 2500 recién estrenado que el propietario había tenido la amabilidad de enseñarme unos días atrás, porque tengo una especial predilección por los barcos de 25 pies y este tiene una acomodación y equipo excelente para su tamaño.
Vire en redondo y comencé a ceñir de nuevo esta vez por estribor, saliendo del Esteiro y rumbo a Punta Aguieira en la margen sur de la Ría. El suroeste comenzaba a picar la mar por fuera del bajo de Montoulan y el “flash” se deslizaba por las cortas olas que era una delicia verle y sentirle. Navegaba sentado en la borda en el extremo del alargador de la caña mirando a la mayor bien llena que se tomaba un ligero twist, dejando escapar las rachas por la parte mas alta.
La pala del timón cortaba un fino filete de agua y la caña me transmitía la tensión unos pocos grados a barlo de la línea de crujía.
En sotavento a la caída del sol, comenzaron a aparecer los primeros grandes pesqueros de Portosin que salían raudos buscando la xoubiña nocturna proa a Montelouro, y aunque al principio parecían llevar un rumbo de colisión pronto cruzaban veloces por la proa.
Al alcanzar playa Agueíra trasluché aguantando a mano la nerviosa botavara y me dirigí hacia la playa de Coira cruzándome con el amigo del Esteiro y su Jeanneau2500 que ceñía velozmente a todo trapo.
Desde Coira y con una navegación de aleta subi hasta las bateas del Freixo en donde algunos cormoranes levantaron desconfiados el vuelo.
Hacia las 21h estaba, al final de una tarde de navegación por la ría de Muros, bajando la mayor y entrando en los pantalanes del náutico.
Regatas y navegación a vela del Flash 